viernes, 8 de febrero de 2013

ORGANIZACIÓN EN ADMINISTRACIÓN EDUCATIVA

LÍNEAS ESTRATÉGICAS EN EL MARCO DEL PROCESO CURRICULAR VENEZOLANO

CLARO DE LUNA - BEETHOVEN

GERENCIA ARTE Y EDUCACION

El enfoque o corriente humanista asume una nueva concepción sobre el hombre como criatura social compleja, con sentimientos, necesidades y temores, cuyo comportamiento es consecuencia de una cantidad de factores motivacionales. El esquema humanista ha sido estructurado con base en las proposiciones sobre supuestos referentes a las características del individuo y la explicación de su comportamiento como ser humano que organiza las acciones, el trabajo en equipo, la toma de decisiones, la creatividad e innovación. Aquí cobra valor la idea de que “El éxito no tiene tanto que ver con los recursos naturales, la mejor financiación, la estrategia, la tecnología o el activo humano, sino con la capacidad organizacional.

 La Gerencia, dentro de una perspectiva amplia, es la administración de los recursos existentes en todas sus variantes y el Gerente es la persona que planifica, organiza, dirige y controla una organización a fin de lograr los objetivos propuestos. Este mismo concepto aplica en la Gerencia Educativa, pero en la búsqueda de objetivos y metas propuestas en un Diseño Curricular, entendiendo que la meta principal de una institución educativa y de su administración es conseguir un beneficio social: La formación de recursos humanos de la más alta Calidad y Excelencia.

FUNCIONES Y ORGANIZACIÓN ESCOLAR 2011-2012

jueves, 7 de febrero de 2013

LA EDUCACION QUE VENEZUELA NECESITA



 Organizaciones de gerencia en Educación
Varias organizaciones desean ofrecer su aporte a la discusión de tan trascendental Ley, desde su experiencia y al mismo tiempo dando razones sobres sus sueños educativos, de un país con inclusión y libertad en Educación para todos y todas. Estas reflexiones no quieren ser tomadas como parte de un conflicto, sin soslayar las situaciones actuales por las que atraviesa Venezuela, quieren sobre todo ofrecer una visión desde la Educación que Venezuela necesita para conseguir las metas personales y sociales de sus ciudadanos y ciudadanas.
Elementos que  preocupan y ameritan mayores discusiones
Existen también elementos que ameritan una discusión más profunda para su clarificación, hemos visto que en esta nueva versión hay ausencias graves de asuntos ya aprobados, tales como: las finalidades de la educación, la corresponsabilidad y la participación de los distintos niveles de la administración pública, el turno integral como deseable, los derechos de los profesionales de la educación, el otorgamiento de subsidios mediante convenios a instituciones educativas que atienden sectores populares, la evaluación de los aprendizajes entre otros.
Además, hay cambios, matices y formulaciones poco explícitas o no con la claridad de los preceptos de la Constitución Nacional (CNRBV), que ameritan estudios, revisiones y discusiones de fondo, en materias tales como: los derechos y las responsabilidades de los sujetos y agentes de la educación, la calificación “Docente” del papel rector del Estado, las comunidades educativas, las etapas, niveles y modalidades del sistema educativo, el concepto de lo público y los tipos de planteles, la gratuidad de la educación, las obligaciones a las empresas, las políticas para la formación de docentes, la participación de los ciudadanos en la formación, ejecución y control de la gestión pública y otros.
 La Educación en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
En una democracia plural, la Constitución establece un marco de principios, derechos y deberes que, en el caso de la educación, deben estar claramente reflejados en una Ley Orgánica de Educación (LOE) que sea, a su vez, marco consensuado para la elaboración de leyes específicas, reglamentos y normativas sobre la orientación y funcionamiento del Sistema Educativo. Así como hay que evitar iniciativas educativas que no se ajusten a la Constitución o que promuevan antivalores como el racismo, el fundamentalismo religioso, la xenofobia, la discriminación, hay que evitar formulaciones legales que puedan ser utilizadas para imponer ideologías políticas o intereses de personas o de partidos a toda la sociedad, a través de su Sistema Educativo, o que no estimulen la necesaria apertura, iniciativa y libertad en la construcción del conocimiento y en el desarrollo de la sociedad y su cultura.
Qué Educación para qué país
 La educación es el medio de desarrollar integralmente las potencialidades humanas del individuo en todas sus dimensiones vitales, intelectuales, creativas, sociales y espirituales, y de alcanzar la plenitud, como personas libres y solidarias, para la ciudadanía responsable y la capacitación para el trabajo productivo que le permita una vida digna y su contribución al desarrollo sustentable y equitativo del país.
La educación es formación integral de las personas en relación con los demás.  Es un bien en sí mismo y una necesidad de la sociedad, es un proceso para superar la conciencia ingenua y lograr la conciencia crítica,  pero también es un poderoso instrumento de identificación y control social. Por ello, el respeto al ser humano y a sus derechos, en especial durante la niñez y adolescencia, obliga a las familias, a los educadores, a la sociedad en general y al Estado, a través de los distintos Poderes y Órganos Públicos, a asumir la función educadora en su ámbito de competencia, con la mayor responsabilidad, delicadeza y cuidado posible.
  


La Educación es una necesidad y un bien público, es derecho y es deber
La educación se plantea como una necesidad personal, un bien público, un derecho permanente e irrenunciable de la persona, una obligación ineludible para la familia y el Estado y un reto a todos los recursos y potencialidades de la sociedad para responder adecuadamente a esa necesidad, derecho y obligación. Para enfrentar este reto, Venezuela necesita reordenar de manera novedosa la coexistencia entre la educación oficial y la educación de iniciativa social (denominada “privada” en la Constitución). 
Una educación de calidad es necesidad vital para todos los ciudadanos y toda la sociedad. Su carencia lleva a las personas y a las sociedades al fracaso. Como lo afirma la Exposición de Motivos de la CNRBV, la educación “debe estar orientada al desarrollo pleno de la personalidad para  el disfrute de una existencia digna” (p.22). Para ello “la educación debe ser integral, de calidad, permanente en igualdad de condiciones y oportunidades para  acceder a ella” (p.23). Así mismo, la educación de calidad para todos, hasta terminar el nivel secundario, es fundamental para el desarrollo nacional con todas sus potencialidades, para superar la pobreza y la exclusión y lograr el trabajo productivo en condiciones dignas.
Además, la educación es un bien público prioritario para todos los que viven en la República. Lo público supone el todo, el espacio común donde se construye ciudadanía civilizada, lo que pertenece a la comunidad, lo que se tiene en común. Bienes públicos son aquellos que se consideran imprescindibles para todos los integrantes de la república y que de alguna manera el colectivo se compromete a facilitarles. Todos los miembros de la sociedad tienen el derecho y el deber de contribuir a su formación y producción. La manera de producir esos bienes públicos varía, pero ningún ciudadano (individuos y habitantes con responsabilidad y sentido de la res-pública, de la polis y de la civis) es tal sin deberes y derechos públicos.

Educación con Inclusión y Calidad
Pero el derecho a la educación implica derecho de todos no a cualquier educación, sino a una buena educación, a una educación de verdadera calidad, en condiciones de equidad. Si garantizamos buena educación, estaremos poniendo los cimientos para que las personas puedan conquistar los otros derechos esenciales. Cuando el bien existe de igual manera para todos en calidad y oportunidad se posibilita la equidad, la justicia y la solidaridad, lo que contribuye a fortalecer la convivencia y el pacto social. Pero si un bien público se ofrece de una manera para unos sectores y de otra manera para otros, el bien deja de ser público.
No podemos aceptar que la reflexión sobre la calidad se haga de una forma aséptica y neutra, sin considerar las muy diversas condiciones en que viven y estudian los educandos. Ni podemos aceptar como de calidad una educación que discrimina, que excluye a los necesitados, que deja en el camino a los más débiles, que mantiene y alimenta la conciencia de superioridad.  Si bien es cierto que la educación debe contribuir a la calidad de vida, no es menos cierto que no va a ser posible una educación de calidad si los educandos no cuentan con un mínimo de vida de calidad. Mientras no superemos mediante políticas eficaces el hambre, la miseria, la inseguridad, la violencia en que viven las mayorías, va a ser imposible alcanzar una educación de calidad para todos. De ahí que toda propuesta de elevar la calidad de la educación de las mayorías, que no vaya acompañada de unas políticas sociales y económicas eficaces, orientadas a aumentar la productividad y el empleo para así erradicar la pobreza, está condenada al fracaso. 
Responsabilidad pública educativa de la sociedad y de su Estado
Si realmente estamos convencidos de que la educación de calidad para todos es exigencia para la dignidad y libertad de las personas, clave de la democracia política, del crecimiento económico y de la equidad social, debería ocupar el primer lugar entre las preocupaciones públicas y entre los esfuerzos nacionales. De ahí, la necesidad de asumir la educación de calidad como tarea de todos, como proyecto nacional objeto de consensos sociales amplios y duraderos, que pasa a ser la estrategia fundamental del Estado, las familias y la sociedad, para incorporar plenamente a todas las personas al quehacer de la vida pública contemporánea. 
En la Constitución se señala que la educación es una “función indeclinable” y prioritaria en los fines del Estado y es “deber constitutivo de la raíz más esencial de la democracia”; también que el gobierno “desarrolla la triada solidaria entre sociedad, familia y Estado” y que “la educación es plural en su apertura a todas las corrientes del pensamiento universal” (Exposición de motivos de la CNRBV, p. 22). El Estado es el ente rector de la educación, sin embargo debe cumplir con su deber respetando los derechos constitucionales, es decir, en primer lugar debe valorar el principio de la participación del ciudadano (Art. 62), así como los derechos y deberes de la familia en lo referente a la educación (Art. 76).


El Sistema Educativo
Definición y estructura
El sistema educativo formal de un país, definido a nivel de Estado, atiende fundamentalmente los derechos y necesidades educativas de los ciudadanos. Como servicio público debe ser realizado en conformidad con la naturaleza misma de la exigencia educativa del niño y del joven y con la naturaleza de una sociedad democrática y pluralista. Su estructura debe estar orientada por las etapas del desarrollo humano, pero debe ser concebido de un modo flexible con distintas opciones para la atención de necesidades diversas de la población.
 Los Agentes (o Actores educativos)
El propio sujeto es el principal actor y responsable de su propia educación. Todos somos actores educativos, no somos sujetos, participamos activamente en el proceso porque la educación se construye, no se transmite.
 Existen actores que facilitan, ayudan al descubrimiento y sirven de interlocución para el propio desarrollo de cada persona. Estos actores son las familias, sobre todo en los primeros años; posteriormente los educadores que asumen este servicio como una profesión de altísima responsabilidad, por cuanto se trata del desarrollo de las potencialidades de niños, adolescentes y jóvenes; también son actores las comunidades y los medios de comunicación social.
Las Familias. La Familia es la primera educadora y primera responsable de la educación de los hijos. Ello implica el derecho irrenunciable a elegir el tipo de plantel educativo y de educación de acuerdo a sus convicciones y valores.  
  • La formación de valores, principios, creencias, actitudes, normas y hábitos en los hijos, en espacios de respeto, amor autonomía, reflexión, participación, independencia y aceptación.
    El binomio familia-escuela es inseparable, por tanto, los padres deben participar activamente en el proceso de aprendizaje y formación de sus hijos siendo los primeros rectores y contralores de la misma, asumiendo la participación en la elaboración de la propuesta institucional de la escuela elegida para dar un sentido real al término comunidad educativa. 
     Las Comunidades. 
     En primer término nos referiremos a las Comunidades Educativas de los planteles que deben estar conformadas por todos los padres, representantes, estudiantes, educadores, administrativos y obreros de la institución, sin ingerencias de personas ajenas u otras organizaciones comunitarias, salvo las vinculadas con el proyecto educativo del plantel y que, en todo caso, deben  participar en pro de la integración y colaboración de los diversos actores de la comunidad educativa en sí, respetando las autonomías y propias competencias, así como  la vida interna y autoridad del centro educativo.  
    Los establecimientos educativos
    Será siempre conveniente evitar la  confusión en el uso de la palabra “público” o “pública” para calificar los planteles, cuando lo que en realidad se quiere decir es  “oficial”, para señalar que está bajo la responsabilidad inmediata de algún órgano del Estado.
    Es preciso aclarar y definir los tipos de planteles o centros educativos, de tal modo que se pueda diferenciar responsabilidades de acuerdo a la entidad titular de los mismos.
    Son planteles oficiales los fundados y sostenidos por el Estado.  En ellos el Estado cumple la doble función de rectoría y al mismo tiempo de ejecución de políticas. La ejecución implica responsabilidades patronales para el Estado.
     Los planes de estudio
    En la Constitución se señalan las áreas de conocimiento que deben ser incluidas obligatoriamente en el diseño de los planes de estudio hasta el nivel de la Educación Media: la educación ambiental, la lengua castellana, la historia y la geografía de Venezuela, así como los principios del ideario bolivariano.
    La formación de profesionales de la educación y el ejercicio docente
    Ciertamente una educación de calidad depende en mucho de la idoneidad y calidad de los educadores. Sin educadores que sean maestros de vida no hay educación auténticamente humanizadora. Esta afirmación es válida para todos los niveles de la educación, desde el preescolar hasta el post-doctorado.  
    95)    Si bien el Estado tiene la capacidad de establecer ciertas políticas y requisitos para la formación de “educadores profesionales”, corresponde a las universidades oficiales y privadas su educación y habilitación profesional haciendo uso de su responsabilidad y autonomía reconocida en la Constitución para “planificar, organizar, elaborar y actualizar los programas de investigación, docencia y extensión” (Art. 109).

     Financiamiento y estímulo a la inversión en educación
    El Estado, con la familia y la sociedad deben realizar inversiones de gran cuantía en el establecimiento, dotación y administración de los servicios educativos y para el mejoramiento sustancial de las condiciones socioeconómicas de todos los educadores, para garantizar el disfrute universal al derecho a la educación. 
     El logro de una educación de calidad en los niveles declarados como obligatorios para todos los venezolanos supone una transformación muy profunda y difícil del actual sistema, y requiere ingentes recursos financieros y una voluntad política para movilizar a toda la sociedad, Además, el éxito en la calidad en el nivel de educación superior (donde la educación no es obligatoria) es absolutamente necesario para el desarrollo del país y para ello también se requieren grandes recursos financieros y el esfuerzo de la sociedad en general.
    Las leyes y reglamentos complementarios de la Ley Orgánica de Educación
    Finalmente, una palabra de advertencia sobre la necesidad de estudiar seriamente los vacíos que se crearían, de aprobarse como está el proyecto de LOE, por la eliminación de muchas normas contenidas en la actual Ley Orgánica de Educación y por la derogación automática, prevista en dicho proyecto, del Reglamento de la Ley y del Reglamento del Ejercicio de la Profesión Docente. Quedaría mucho del funcionamiento del sistema educativo sujeto a la discrecionalidad de los funcionarios de turno, mientras se dictan los reglamentos educativos, lo que no es sano ni conveniente para el país.
    Los textos de las diversas leyes y reglamentos que complementan la LOE deben ser elaborados y sometidos a consulta pública para garantizar el derecho de participación de las personas, especialmente de los educadores, directamente o a través de las organizaciones y asociaciones que los agrupen o representen. Este proceso llevará su tiempo, posiblemente de dos a tres años como mínimo, por lo que la transición debe ser muy bien regulada mediante normas transitorias en la LOE, planificada y concertada con la sociedad

    PROCESO CURRICULAR VENEZOLANO 2011 - 2012